En esta carta, sólo quiero demostrarte que lo vas a lograr, sé que nada de lo que te vaya a decir lo creas o lo veas cercano, conociéndote; es imposible para ti.
Hoy, estoy acá para decirte que lo logré, ahora puedo comer tranquila en la mesa y disfrutar con mis familiares, fui a un parque acuático y estuve con mi traje de baño y unas sandalias, no había necesidad de taparme u ocultarme por el que dirán… no es que no importe o que no signifique nada, lo que cambió es que esos comentarios ya no me definen.
Estos últimos meses volví a recurrir a ese rincón de mi pieza en el que te haces un ovillo e intentas hacer que el dolor del corazón pase al físico. Sé que ese rincón te asusta . Pero te adelanto que ahora es mi lugar seguro. Si estoy triste y mis lágrimas luchan por salir; voy a ese rincón, me siento frente a los rayos del sol y me permito soltar. Ya no es oscuro, es tranquilo.
Lo único que puedo decirte ahora es que no te rindas nunca. quiero agradecerte por luchar por mi, sin ti la josefa del hoy no sería la misma, fuiste mi punto más doloroso pero también el más fuerte. Fuiste esa cicatriz que odiaba y a veces repugnaba… ahora eres esa marca que muestro con orgullo.
No sé qué depara el futuro, no se si voy a poder controlarlo tampoco; pero si se que hoy en el ahora estoy bien y con eso me basta. Estoy muy conmovida por este momento. Tengo un revoltijo de emociones, es caótico a veces. Pero ¿qué puedo hacer?. puede ser un mecanismo de defensa. Me provoca mucha angustia el hecho de que ya he llegado al fin de un lapso de mi vida que parecía infinito, a veces me paro a pensar si es real o si es un sueño. No me siento lista ni tampoco confiada, pero… debo hacerlo tengo que enfrentarme a esto. Se que debo. No quiero. Pero debo.
Merecemos esto. Tu mereces esto.
Si te soy sincera no sé como escribirte, como hablarte, como mostrarte, cómo hacer que creas en ti. Pero sé que lo vas a lograr. Y solo confía en esas palabras. Hay un final, hay una meta. A veces cansa, a veces la angustia es más grande. Pero siempre hay una forma de volver a la carrera.
Te lo digo yo que estoy sentada en la línea con cuadritos negros y blancos.
Con estas palabras solo busco abrazarte, darte confianza y seguridad.
Gracias por nunca dejar de pelear, gracias por a pesar de todo buscar algo mejor para mi.
No voy a cerrar esta carta porque pienso seguir demostrándote lo que podemos lograr
Lo dejaré en un continuará…