A través de los años de ejercicio profesional, hemos detectado las dudas y problemas más frecuentes que enfrentan familiares, amigos y personas cercanas a quienes atraviesan un TCA.
El trabajo de quien acompaña también es desgastante, pero hay un desgaste adicional por desorientación y desinformación.
¿Este es tu caso? ¿Tu ser querido tiene TCA?
Estas son las 4 cosas que te diría:
1. Mantén o genera tus espacios de autocuidado. Si te sientes abrumado, prioriza la búsqueda de círculos de apoyo, talleres o incluso terapia. Encargarte de tu mundo emocionar. Cuidar de ti es esencial para ti y para quien padece el TCA.
2. Comenzar a entender que acompañar es diferente a recuperar. Tu apoyo es valioso, pero la recuperación no solo depende de ti. Acompáñalx a vivir la incomodidad, se un refugio seguro, planea actividades e incluyelx, incluso puedes hacer una gestión por esa persona, pero recuerda que no toda la responsabilidad de la recuperación está en tus hombros.
3. Los comentarios sobre dietas, pérdida o ganancia de peso, incluso comentarios focalizados en la apariencia ya no serán bienvenidos. Estamos tratando de poner el foco en las conductas y en el cómo el paciente se siente y no en cómo luce.
4. Se consciente de tus prejuicios. Es habitual que quienes están alrededor tengan ideas preconcebidas sobre el ritmo, la duración de tratamiento o de ciertas características que debería o no tener el paciente "es que ya ha pasado mucho tiempo, ¿cuánto más durara?", "yo creo que ya no hay tanta gravedad, has retomado todo el peso que perdiste".
Informarte ayudará a ofrecer una postura más abierta y comprensiva.
Sabemos que apoyar a alguien con un TCA puede ser un desafío, pero no estás solo. Informarte, practicar la empatía y cuidar de ti es clave para brindar el mejor apoyo.